Construí una marca consistente en 4 pasos.

Como emprendedora, posiblemente te encontraste creando piezas de contenido para diferentes plataformas con el fin de que tu marca tenga algo de exposición. ¿Alguna vez te preguntaste si esas piezas de contenido son consistentes con tu marca? Y, sobre todo, ¿qué es la consistencia de marca?

Primero lo primero. La consistencia de marca es el acto de entregar el mismo mensaje, utilizar la misma voz y elementos visuales en cada pieza de contenido, las cuales deben estar alineadas con los valores y el propósito de tu marca.

¿Por qué es importante la consistencia de marca?

Si mostrás consistencia de marca, va a ser más fácil diferenciar tu marca de la de tus competidores.

La consistencia de marca le da a tus clientes la oportunidad de saber lo que pueden esperar de tu negocio. Ellos saben a quién le están comprando.

Pensá en esto: una de tus amigas tiene una camisa nueva de un negocio de moda local que hace ropa hecha a mano prestando especial atención a los detalles. Te encanta la camisa, así que asumiendo que el resto de la ropa será tan genial como esa camisa, vas a esa tienda. Después de tener algunos problemas para encontrar el lugar porque no hay nada que ayude a la gente a identificarlo, finalmente llegás a la tienda. Cuando estás ahí, te das cuenta de que la ropa es genial, pero el personal se comporta como si trabajara en otro tipo de negocio y el packaging no tiene ninguna relación con el producto. Al final, sólo quieres agarrar lo que te gusta, pagar y salir de ahí.

Ahora, ¿cómo podés construir consistencia de marca? Aquí hay algunos pasos súper sencillos para crear consistencia de marca, incluso si estás empezando:

Creá tu promesa de marca alrededor de algo que realmente puedas cumplir.

Alineá los mensajes que entregás con el propósito de tu marca.

Mantenete fiel a la personalidad de tu marca.

Establecé una forma de utilizar el logotipo, los recursos gráficos y las paletas de colores en todo el material de marketing.

La consistencia de marca no significa que tu marca no pueda cambiar. Siempre puede evolucionar, pero es bueno mantenerte fiel a tu propósito para no perder clientes en el camino.

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