Estás pensando en convertirte en emprendedora. O quizás ya te considerás una emprendedora. Sos genial en lo que hacés. Estás lista para seguir tu pasión.
Y entonces… BOOM!
Te das cuenta de que hay muuuuuuuuuuuuuchas cosas a tener en cuenta que están fuera de tu zona de comfort y que variarán dependiendo de tus fortalezas y debilidades. Uno de los aspectos que, en un momento u otro, te pueden causar insomnio es tu imagen de marca. Y cuando pensás en marca probablemente lo primero que te viene a la cabecita es cómo querés que sea tu logo. Bueno, tu logo es sólo una parte de tu marca. Según el gran Seth Godin «una marca es el conjunto de expectativas, recuerdos, historias y relaciones que, tomado en conjunto, resultan en la decisión de un consumidor de elegir un producto o servicio sobre otro.» Lo que significa que una marca es la experiencia que ofrecés a tus clientes que hace que, al final del día, quieran comprarte a vos y no a los demás.
Así que, ¿qué tipo de experiencia estás intentando crear? ¿Cómo querés que tus clientes se sientan? Si todavía no tenés una respuesta vamos a hacer un pequeño viaje al núcleo de tu negocio.¿Venís?
Para descubrir tu identidad de marca vamos a explorar algunas cosas. ¡Acá vamos!
Definí tu mensaje:
En este punto necesitás pensar acerca de qué es lo que hacés, por qué lo hacés y cómo pueden tus clientes obtener un beneficio de tu producto o servicio. ¿Cuál es tu superpoder? Date un momento para reflexionar sobre esto. Asegurate de que te estás centrando en el grupo de personas que vas a ayudar. Determiná cómo tu misión y tus valores se alinean con lo que tu audiencia necesita. ¿Cómo usás tu superpoder para ayudar a tus clientes? ¿Cómo lo hacés diferente de tus competidores?
Enfocate en tu nicho:
Antes te pedí que pensaras en el grupo de personas a quienes querés ayudar. «Yo quiero ayudar a todo el mundo» podrías pensar. Es muy noble de tu parte pero con esta idea tenés el riesgo de no atraer el tipo de clientes que querés. Mientras más precisa seas con tu nicho más posibilidades tenés de atraer a tu cliente ideal y la creación de un producto o servicio que le resulte satisfactorio. Ahora, ¿sabés quién es tu cliente ideal? Si no lo sabés, pensá detalladamente en tu cliente y definí su género, edad, intereses, desafíos, objetivos, etc..
Descubrí tu voz:
Tu voz es cómo vas a presentar tu marca a tus clientes, cómo querés que las personas vean tu marca. ¿Formal? ¿Amistosa? Pensá un rato y empezá a escribir. No trates de ser perfecta, simplemente hacelo como si estuvieras hablando con tu mejor amiga mientras toman un café (o una copa de vino…). Darle tu personalidad a tu escritura te va a hacer sonar auténtica, te va a ayudar a destacarte de tus competidores y también a crear una conexión más fuerte con tus clientes dado que ellos se van a identificar con vos.
Determiná tu estilo:
Tomando en consideración todo lo anterior ahora es el momento de definir tu estilo, cómo vas a representar todo lo que estuviste creando. Tu estilo va a ser el resultado de lo que analizaste antes. Tu mensaje, nicho y voz te van a hacer descubrir un estilo que no sólo te represente sino que también resuene con tu cliente ideal. ¿Qué colores vas usar? ¿Qué fuentes? Dale play a la música que te inspira y tomate el tiempo de crear un moodboard (tablero de inspiración) en el que se incluyan imágenes, colores, tipografías, texturas y logos (sí, finalmente es el momento de pensar en tu logo) que te inspiren. Una vez completo, observá cuáles son los elementos que se repiten. Eliminá todo lo que te parezca que está demás hasta lograr refinar tu tema o concepto.
Sé coherente:
Antes dije que la marca es una experiencia así que, en caso de duda, asegurate de que cada decisión que tomás en cuanto a tu marca se relaciona con la experiencia querés crear. De esta manera, vas a cumplir las expectativas de tus clientes y ellos te van a dar su lealtad.
Date algo de tiempo y espacio para pensar en esto. Escribí, dibujá, recortá, sacá fotos, hacé lo que te funcione. Construí una idea clara de lo que querés que tu negocio sea y cómo querés que la gente se sienta con respecto a él.
¡Divertite!
