Sabés que tu marca tiene un mensaje sólido. Estuviste muchas horas elaborando tu propuesta de valor, definiendo tus servicios y comprendiendo a tu público. Pero, por alguna razón, no estás viendo los resultados que esperabas.
¿Y si te dijera que el problema podría no ser tu mensaje, sino la forma en que lo presentás visualmente?
He trabajado con varios emprendedores que tenían productos y servicios increíbles, pero su comunicación visual no era acorde a la historia de su marca. Esta falta de alineación les estaba costando oportunidades y les impedía conectar con sus clientes ideales.
Cuando tu comunicación visual no coincide con tu mensaje de marca, es como si estuvieras hablando dos idiomas diferentes. Tus palabras pueden decir “profesional”, mientras que tus imágenes susurran “amateur”. Esta contradicción crea confusión, y los clientes confundidos no compran.
4 señales de alerta de que tu comunicación visual no va por buen camino
1.Tu identidad visual se quedó en el pasado
Tu negocio fue evolucionando, pero seguís usando elementos visuales creados cuando empezaste. Es como llevar ropa de hace cinco años: técnicamente, todavía sirve, pero no te representa hoy.
La solución: revisá tus material visual. Así como actualizás tu estrategia, tu identidad visual tiene que evolucionar con tu marca.
2.Cada plataforma cuenta una historia diferente
Tu LinkedIn sigue ciertos lineamientos visuales, tu Instagram otros y tu sitio web usa otros completamente distintos. Esta inconsistencia crea confusión y debilita el reconocimiento de la marca.
La solución: desarrollá un documento con directrices de marca que funcionen en todas las plataformas y que permita adaptarlas específicamente a cada una de ellas.
3.Elegís por tus preferencias personales, no por estrategia.
¿Elegís los elementos visuales de tu marca porque te gustan o porque comunican lo que querés transmitir a tu público objetivo? La diferencia entre estos dos enfoques puede determinar el éxito o el fracaso de tu comunicación.
La solución: antes de tomar cualquier decisión visual, preguntate: “¿Esto atrae a mi cliente ideal?” ¿El escenario ideal? Que lo que te gusta coincida con lo que atrae a tu cliente.
4.Te falta un sistema visual definido.
Sin criterios preestablecidos, la creación de cada pieza gráfica se convierte en un proyecto desde cero. Esto no solo es agotador, sino que también supone una pérdida de tiempo y resultados inconsistentes.
La solución: invertí tiempo en crear un sistema visual y atenete a él.
La comunicación visual estratégica no es decoración, es una herramienta que puede ayudarte a que tu marca sea memorable, confiable y profesional.
Cuando tu comunicación visual se alinea con el mensaje de tu marca:
- Tu público reconoce tu contenido.
- Generas confianza más rápidamente.
- Tu marketing se vuelve más eficaz.
- Atraés a tus clientes ideales.
Pasos a seguir:
Si reconocés alguna de estas señales de alerta en tu propia marca, no te asustes. Los desafíos de la comunicación visual son frecuentes, pero podés superarlos.
- Empezá por hacer una auditoría honesta de tu comunicación visual actual:
- Hacé una captura de pantalla de tus últimas 10 publicaciones en redes sociales.
- Revisá tu sitio web con una mirada nueva.
- Pedí opiniones sinceras a personas de tu confianza.
- Compará tus elementos visuales con el mensaje escrito de tu marca.
Tené presente que tu comunicación visual tiene que ser el mejor aliado del mensaje de tu marca, no un obstáculo.