Llega un momento en el que te das cuenta de que ya no querés ocuparte de la parte gráfica o visual de tu emprendimiento y necesitás contratar a un diseñador gráfico. Pero, debido a malas experiencias propias o de personas conocidas, no estás muy segura de confiar la identidad visual de tu negocio a alguien más.
Como diseñadora, he escuchado todo tipo de razones para no trabajar con diseñadores: «Los diseñadores hacen lo que quieren en lugar de hacer lo que el cliente quiere.» «Los diseñadores cobran mucho por algo que podría hacer yo misma.» «Pagué pero no sabía qué iba a recibir.» Y ¿sabés qué? Estoy segura de que este tipo de situaciones realmente pasan. Ahora bien, incluso si estos motivos son similares a los que te hacen dudar de contratar a una diseñadora, seguís sin tener el tiempo (o la energía, o las habilidades, etc.) para ocuparte de la gráfica de tu marca vos misma.
¿Puede ser que la clienta y la diseñadora trabajen juntas sin conflicto?A mí me gusta pensar que sí y aquí hay algunas sugerencias de lo que vos y tu diseñadora pueden intentar:
Sean claras.
Clienta: Dale contexto, la diseñadora puede no estar al tanto de los detalles de tu industria. Explicale a la diseñadora exactamente lo que necesitás, con qué fin, para qué público, en qué formatos, etc. Decile lo que le gusta y lo que no.
Diseñadora: La diseñadora debe ser explícita sobre su proceso de trabajo, los plazos, lo que vos (la clienta) vas a recibir, sus tarifas y los medios y forma de pago.
Establezcan plazos realistas.
Clienta: A veces las cosas surgen de la nada y necesitás material gráfico de un día para el otro. Como diseñadoras estamos acostumbradas a tratar con plazos un poco locos, pero si no es esencial, por favor no hagas correr a tu diseñadora y arriesgues la calidad del trabajo.
Diseñadora: La diseñadora no debe pretender trabajar más rápido de lo que lo hace para impresionarte. Es mejor establecer un lapso más largo y entregar el material a tiempo.
Pregunten.
Clienta: Preguntá cualquier cosa que consideres importante. En serio. Como clienta tenés derecho a saber cómo se te va a cobrar, qué vas a recibir, cómo la diseñadora llegó a una idea específica, etc.
Diseñadora: Lo mismo. Es mejor si la diseñadora pregunta cualquier cosa que crea que puede ser útil para su trabajo. Contexto, feedback, etc.
En mi opinión la clave es el trabajo en equipo. Si vos y tu diseñadora se consideran como una especie de socias y ninguna adopta una actitud mandona o soberbia hacia la otra, los resultados van a ser positivos y se puede llegar a generar una gran relación comercial.
Tu diseñadora y vos no tienen que ser mejores amigas (a menos que lo quieran), pero si tienen un buen diálogo el hecho de trabajar juntas va a resultar más divertido y habrá más posibilidades de lograr los resultados que buscan.